Una de las partes más importante de las redes sociales es a
nuestro entender, la oportunidad que brinda a todos por igual de poder
expresarse sin importar: clase social, ricos, pobres, raza, religión, partido político,
un ejemplo vivido fue el caso de Capen Osorio.
Capen un joven de clase humilde y sencilla
de los Cajuiles, barrio populoso de nuestro pueblo de el Seibo, de ocupación moto concho,
con capacidades extraordinaria para hacer amigos a través de jocosidades y
ocurrencias, siempre dispuesto a colaborar en las causas sociales a favor de
personas necesitadas de su pueblo, así lo podíamos observar en casi todos los
telemaratones realizado en el seibo, pero lo más importante se le veía las ganas
de poder ser aceptado en la sociedad, sociedad que como todo sabemos margina a
quienes no pueden mostrar grandes riquezas y apellidos Sonoros, mínimo una profesión
universitaria. Aun así capen pudo ser reconocido por una gran cantidad de
personas que los seguíamos en Facebook, y que con gran entusiasmo y quizás decir
hasta llegamos a extrañar las publicaciones,
realizada por su página, la cual hizo nombrar producciones Capen, así que
muchos decíamos; con qué va a salir capen
o escuchar en las esquinas hablar
de las mismas.
Fue tanto que sus publicaciones le cambiaron la vida, que me
contó, que en una ocasión fue a ver alguien en el hospital y los doctores
le decían y le preguntaban, usted es el famoso capen de Facebook?, aun con su limitaciones
en la escritura notable en sus publicaciones, logro impactar de tal manera que políticos
aprovechados se realizaban fotos con él para ganar simpatías.
Lo peculiar de sus publicaciones Llegaban a tocar los sentimientos de muchos seibanos al
verse reflejados en fotografía muy viejas, que muchos nos preguntábamos como y de donde sacaba esas fotos, le gustaba fotografiarse con personajes picaresco de
este pueblo para reflejar que todos somos iguales y demostrar
la gran brecha entre ricos y pobres y también presentaba publicaciones en contra de políticos
y cosas que el entendía estaba mal, la verdad es que no se perdía una.
Una de las cosas graciosa y no tanto por lo cual se dio a conocer
antes que los viéramos en las redes sociales era la facilidad con que mataba a
un seibano cualquiera, y hacer que se lo creyeran, por eso cuando nos llega la
noticia de su triste deceso, a mucho no costo mucho creer que era cierto y quizás
para su familia y para nosotros preferíamos creer que era una noticia falsa.
Hasta luego hermano
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